Otro año más la izquierda independentista sale a la calle a expresarse, a transmitir a nuestro pueblo un proyecto político que les defienda y que les dé respuesta a sus necesidades primordiales y básicas, los independentistas también tenemos un proyecto social, un proyecto de futuro para mejorar las condiciones de vida del pueblo canario.
Sin embargo, este año es muy especial, conmemoramos el 50
aniversario de la bandera nacional canaria.
La bandera que nació en el exilio hace 50 años, en Argel, y
que llegó para quedarse entre los canarios y canarias, como símbolo de
dignidad, de la lucha de un pueblo por su liberación y soberanía.
El pueblo canario acogió este símbolo y lo adoptó para encabezar
toda lucha social que se diera en nuestro país: luchas obreras,
manifestaciones, huelgas, protestas, boicots, etc... Bajo esta bandera nacieron
partidos, colectivos culturales, juveniles, sindicatos… Hasta llegar al día de
hoy, acogida indiscutiblemente como el símbolo del pueblo canario y de sus
luchas sociales.
Nuestra bandera atravesó épocas muy duras, criminalizada por
el poder como “bandera terrorista”, perseguida y proscrita, hoy está totalmente
normalizada en nuestra sociedad, sin embargo surgen nuevos escenarios y
dificultades para intentar derrotar su significado, aquellos que antes la
denunciaban ahora la intentan enarbolar, pero ahí tenemos que estar firmes en
la lucha para que nunca pierda su significado de dignidad. Independencia y
socialismo.
La ofensiva del capitalismo mundial continúa profundizando este
año, y particularmente en Canarias, donde se evidencia claramente la naturaleza
de su estatus colonial.
Durante el transcurso de un año, hemos visto batirse records
de ocupación turística mientras de manera simultánea batíamos records de paro,
además asistimos a una ofensiva de España contra el pueblo canario, al decidir
de manera unilateral extraer hidrocarburos de nuestras costas, sin que haya
ninguna contra parte para el pueblo canario más que 4 puestos de trabajo de
peón para tapar bocas, mientras el gobierno español impulsa la extracción de
unos recursos que enriquecerían a una multinacional española y que no dejará
ningún capital en las islas. Una vez más, se evidencia nuestra naturaleza
económica, un país para la extracción de capital y mano de obra barata, una
colonia.
El destino de nuestra tierra, nuestro pueblo y nuestro
medioambiente se decide en Madrid, Bruselas y Washington; se fortalece además
la presencia militar de la OTAN en las islas, la política local es puramente
mercantilista y se revuelve en su incapacidad de efectuar políticas
transformadoras, sociales y productivas; la burguesía local es meramente
intermediaria y subsidiaria de la inversión pública. Hoy igual que ayer, Canarias es una colonia.
Nuestra respuesta a esta realidad que vivimos, es
Independencia y Socialismo. Volvemos a expresar
nuestros esfuerzos de desarrollar un proyecto político para Canarias basado en
la liberación, tanto nacional, como social, no cabe otro proyecto de
independencia que aquel que construya la clase trabajadora al servicio de sus
intereses.
La independencia como fin
no supone un avance para Canarias si no se conquista el poder político para
realizar las transformaciones socio-económicas que permitan erradicar la
desigualdad, la independencia no se configura como un fin en sí mismo, sino en un
medio para la conquista del poder político para la clase trabajadora canaria.
Pues esa desigualdad social que vivimos los canarios y canarias, es el
principal producto del colonialismo, mano de obra barata, una población
empobrecida para producir barato y dar el mayor beneficio a la metrópoli.
Hemos convertido el 22 de
octubre en un día de reivindicación política, un día de lucha que va más allá
de homenajear una bandera.
De nosotros depende el
futuro de nuestro pueblo.
Viva canarias libre y
socialista.